Doña Belsa Chávez de Antelo
Toda
una vida consagrada a la educación rural
Prof. Belsa Antelo de Chávez |
En ese entonces se formaban
generaciones de bolivianos bajo ideales claros y objetivos de ser en la vida
honrados, íntegros y trabajadores, explicaba la meritoria profesora.
“El
día que yo deje enseñar, ese día será el último de mi vida”, nos dice doña
Belsa Chávez de Antelo, meritoria maestra que a sus 69 años de edad continuaba
desarrollando su labor, de los cuales 37 los dedicó a la educación en la
escuela Víctor Salvatierra, en horario vespertino, y otro tanto de servicio
docente en la escuela Guabirá, que en ese entonces pertenecía a la ex
Corporación Boliviana de Fomento (CBF).
Nacida
en la hospitalaria ciudad de Portachuelo, el 30 de junio de 1926, hija de don
Juan de Dios Chávez Salvatierra y doña Victoria Paz, transcurre su infancia en
su pueblo natal y una vez vencido el sexto de primaria, ingresa a la Normal
“Zoilo Flores”, nombre que posteriormente fu cambiado por el de “Rafael Chávez
Ortiz”.
LOS 43 DEL 43
En
esa época no era requisito ser bachiller para ingresar a la Normal, “bastaba
con haber vencido el sexto año de primaria”, señala doña Belsa, agregando que
“es así que en el año 1943, la segunda promoción de flamantes maestros
egresados, coincidentemente eran 43” ,
y a sus 17 años empieza su carrera de docente en la escuela de niñas de
Portachuelo.
“La amistad que forjamos en los años de
estudios en “la casona”, nombre con el que se conocía el edificio de la Normal,
ubicado a pocos metros de la plaza de Portachuelo, nos unió para siempre en la
más cálida fraternidad, porque hasta hoy nos queremos como si fuéramos
hermanos”, remarca nuestra entrevistada.
De
los 43 egresados sobreviven 30 docentes, todos jubilados que no desaprovechan
las oportunidades para reunirse por el
sólo hecho de compartir momentos de amable expansión espiritual y contarse las
penas y alegrías, reuniones e el que no está exento el recuerdo grato y amable
de los años juveniles, con todas sus peripecias, emociones y nostalgias.
La
casualidad hizo posible, al que escribe esta nota, estar presente en un
singular acto pudiendo observar en ellos la tristeza al ver a su Normal totalmente arruinada por el paso de los años
y el descuido de las autoridades, que moralmente están obligadas a preservar
ese patrimonio de los portachueleños. Lágrimas, muchas lágrimas, corrieron por
las arrugadas mejillas de hombre y mujeres, que a través de una encomiable
labor educativa formaron generaciones de bolivianos, bajo ideales claros y
objetivos de ser en la vida: honrados, íntegros y honestos.
En
esa oportunidad, al descubrir la plaqueta recordatoria y de homenaje a la
Escuela Normal, Belsa Chávez de Antelo, en representación de la generación 43,
visiblemente emocionada, rememoró los nombres de todos los catedráticos de ese
entonces, relievando la figura del DR. Simón Melean y Alcides Pareja, artífices
de la consolidación de la Normal, que hasta hoy perdura y sigue formando nueva
generaciones de maestros.
También
se rindió un significativo homenaje a los condiscípulos desaparecidos, pero en
el corazón de los que quedan perdurará por siempre el recuerdo de los viejos
camaradas.
Prof. Belsa Antelo y su familia. |
NUEVOS HORIZONTES
Como
dijimos al comienzo de este reportaje, doña Belsa trabajó durante un año en
Portachuelo, posteriormente, en 1945, se traslada a Montero.
En
nuestra ciudad formó una familia donde logró procrear siete hijos, y con tesón
que la caracteriza logró que todos tengan una profesión digna.
La profesora rodada de sus alumnos |
En
la familia Antelo Chávez, existen odontólogos, ingenieros, médicos,
farmacéutica y analistas de sistema, sintiéndose los progenitores orgullosos de
haber proporcionado a la sociedad, a hombres y mujeres de una gran calidad
moral y que prestan sus servicios en la comunidad que los vio nacer.
Concluido
su ciclo en la educación fiscal, doña
Belsa es requerida para trabajar en el colegio particular Boliviano – Americano
y durante dos periodos se desempeña como
directora de ese establecimiento. Ya en 1983, es apalabrada para que ocupe el
cargo de directora de los cuatro ciclos del colegio Juan Pablo II, donde en la
actualidad y a pesar de sus años, sigue siendo nervio y motor de una actividad
que para ella es un apostolado sagrado: la educación, motivo de sus desvelos y
de una pasión ilimitada como la llama votiva que nuca se apaga.
Esta
mujer menuda y que a primera vista pareciera frágil, es la templanza y el valor que ha sabido
afrontar con serenidad y estoicismo las adversidades de la vida, y sigue
entregando hasta hoy lo mejor que aprendió
en la viesa casona de Portachuelo, beneficiando a generaciones de montereros,
con su sabias enseñanzas y por el amor sin límites que siempre profesó a la
niñez y juventud nuestra.
CONDECORACIONES
Jorge "Lolo" Rivero y el Dr. Arcelio Hurtado con la profesora. |
La
meritoria maestra a los largo de su dilatada carrera de docente, ha recibido el
reconocimiento y gratitud de la ciudadanía
y de instituciones, fue condecorada por la ex Corporación Boliviana de
Fomento – Guabirá, CORDECRUZ, Jefatura Escolar
de Santa Cruz, Alcaldía de Montero, Comité Cívico, ANDECOP, kinder
Mickey Mouse y hasta el Santo Padre Juan Pablo II, le envió desde El Vaticano,
una condecoración al mérito de sus 50 años de catequista y su importante labor
desarrollada en los establecimientos educativos en los que trabajó.
A
grandes rasgos hemos querido pintar el retrato de una distinguida dama, y
prestigiosa pedagoga, que entregó lo mejor de su vida al servicio de la
educación y el país. Y en ella, prototipo de la mujer oriental, depositamos nuestro
homenaje sincero y pleno de respeto y admiración,
en el día consagrado a la mujer boliviana (11 de octubre).
Doña
Belsa Chávez de Antelo fue al encuentro de nuestro creador el 2 de abril de
2007. ¡¡¡Paz en su tumba!!!
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