ANTONIO ANZOÁTEGUI SUÁREZ
El Camba Florencio: La voz de la poesía

Antonio Anzoátegui Suárez, este nombre quizás no llame la
atención de usted amigo lector, sin embargo, si lo nombramos por su seudónimo,
no es otro que el conocido “Camba Florencio”, declamador de poemas
costumbristas del Santa Cruz de antaño, que goza de una gran popularidad a
nivel nacional e internacional.
El es nuestro invitado a dialogar con el DIARIO MAYOR y nos
cuenta que nació en estas tierras grigotanas de Montero un 13 de octubre de
1937, siendo sus padres don Gregorio Anzoátegui y doña Palmeria Suárez. Su
infancia transcurre en el establecimiento agrícola Todos Santos Paz y El
Cidral, donde junto a “otro grupo de mi laya pasábamos la vida jugando, tuja,
montábamos a caballo, íbamos a la escuela y vivíamos en paz y armonía con todo
el mundo”.
ACABO DE MOLIENDA
El “Choquito” Anzoátegui, recuerda con claridad los famosos
“acabo de molienda”: la familia Paz tenía molienda y destilería de alcohol y
estaban los trapiches, casa ‘e paila, de donde salían productos de primera
calidad que eran muy solicitados en el mercado nacional.
En esta fecha, los hermanos Paz , botaban la casa por la
ventana y la cambetetú bailaba y se divertía al son de tamboras y corría el
jumechi que daba calambre, además no faltaba el trancapecho, juegos populares
como palo ensebau, la tarasca y otras diversiones que hacía las delicias de chicos y grandes. Esta
era una forma en que los patrones agasajaban a sus cambas por el esfuerzo y
trabajo realizado durante la molienda.
CONTRASTES DE LA
VIDA
Nuestro entrevistado, al acordarse de su mocedad, nos indica
que el trabajador no tenía los derechos
ni sabía de leyes sociales que los protegiera “porque solamente trabajaba p’al día y no alentaba
una esperanza de una futuro mejor. Aún así, endeudau por generaciones nunca faltaba el pan de cada día en esos hogares humildes, porque si había
alguna carencia, “las madres ordenaban a sus hijos que vayan a prestarle a la vecina una penga de plátano, un pedazo
de sal o el murucuntrullo para darle
sabor al locrito o al majau”.
El Camba Florencio, reconoce que en esos tiempos, la vida
era más humana, porque en el fondo “todos éramos hermanos que nos tendíamos la
mano, especialmente cuando la tragedia o el dolor llegaba hacia nosotros. No
existía la envidia, los negocios se realizaban sin necesidad de papeles o
abogados. Bastaba la palabra del camba,
que era sagrada y nadie trataba de engañar
a otro. Cuando se compraba por ejemplo un terreno, se lo cambiaba por
una yunta de bueyes, por tantas fanegas de arroz o por trabajos a realizarse en
el futuro. El dueño del terreno ni lo medía porque el comprador no abusaba de
la confianza y medía lo correcto y justo.
Más adelante Antonio Anzoátegui, expresa que “hoy, la
televisión, la pornografía barata, juegos electrónicos, karaokes y toda
aculturación que existe en forma permanente y sostenida, está cambiando
totalmente la manera de vivir y comportarse del cruceño y sus nuevas generaciones
que hoy no saben qué es un “baquitú”, porque han perdido la esencia de los
valores ancestrales de nuestra gente de antaño”.
Expresó que si las autoridades e instituciones no toman
medidas para precautelar las buenas costumbres, muy poco se puedes esperar de
nuestra juventud. “Es hora que los padres de familia presten una mayor atención
a la formación de sus hijos, que le pregunten a dónde van, quiénes son sus
amigos, que controlen a qué hora llegan y tratar de rescatar los valores
familiares que se están perdiendo provocando desintegración.
NACE EL ARTISTA
El diálogo continúa fluido y ameno en la mañana fría, pero
con un calor humano excepcional. Antonio nos comenta cómo nació el hombre
declamador de los poemas costumbristas y recuenta que hace más de treinta y dos
años en varias oportunidades y en rueda de amigos se animó a declamar algunos
poemas que fueron del agrado de sus amistades y es así que un compadre con
algunos nexos con funcionarios en la
Casa de Cultura “Raúl Otero Reiche”, lo invitó para un
recital artístico.
Alisándose la tupida barba, nuestro entrevistado en tono
jocoso nos dijo: ¡Hay señor!... y ahora qué hago. Qué nombre me pongo. Y, fue
mi madre quien dio la idea que podría llamarme “El Compadre Lorenzo”. A la
mañana siguiente, se me ocurrió que el nombre de Camba Florencio sonaba más
bonito y sin pensarlo dos veces, previa consulta con mi mamita, lo adopté para siempre. Ella (mi madre) me dijo que
estaba bien y me sugirió que me ponga las chirapas de mi tío Germán, sus
abarcas y su cachucha. Yo aumenté el lazo, la honda, y el machete, no
olvidándome del charuto, que todo chacarero siempre lleva en la boca.
Florencio expresa que “fue una novedad mi debut, a todo el
mundo le gustó, especialmente los poemas de don Germán Coimbra, la fiesta de
Porongo que era desconocida en aquellos tiempos”. Nos dice que las chirapas que
pertenecían a su tío Germán, que de profesión
era tejero, las conserva hasta hoy día”. Sorprendidos por esa revelación
le preguntamos cunántas veces las ha hecho lavar. En tono jocoso nos dice “las
hago lavar seguido, pero detrás de la lavandera me pongo yo con el chicote en
mano p’a que no las fregue, ya que posee incontables zurciduras.
Antonio Anzoátegui, con una trayectoria artística que lo
llevó a escenarios paraguayos en dos oportunidades, al Festifront de Yacuiba,
al Festival del Pescado en Villamontes y tiene grabado tres larga duración.
En otro orden indica que esta actividad artística no le ha
dado satisfacciones económicas, sino una gran cantidad de amigos. Recuerda con
cariño a un paceño que después de una actuación suya en la ciudad del Illimani, se le acercó
cordialmente y le dijo: “ Cómo no tenemos acá un Camba Florencio que haga brillar nuestra identidad”.
FLORENCIO AUTORIDAD

Saboreando sorbo a sorbo un delicioso cafecito toreao, el
Camba Florencio agradeció a El Deber por la entrevista y envió un mensaje a la
juventud, instándole a forjarse con seriedad, estudiar con ahínco, dejar las
irresponsabilidades definitivamente y fijarse una meta que le permita mañana
integrarse a la sociedad como gente de
bien y contribuir de esa manera a la consolidación de una patria mejor.
Finalmente dijo admirar entre las personalidades cruceñas a
los escritores Germán Coimbra Sanz, Raúl Otero Reiche, Pedro Rivero Mercado,
Arturo Pinckert Justiniano, como así también
a Aquiles Gómez Coca y Hernando
Sanabria Hernández, por el aporte generoso que han brindado a lo largo de su
vida a favor de las letras cruceñas.
EL ADIOS DEL CAMBA

La
Casa
de la Cultura
de Montero, su cuna natal fue nominada por el Gobierno municipal, con su
nombre, además de haber descubierto un busto en el jardín de los notables y un
estatua en la plaza 2 de Diciembre. ¡Merecido homenaje!
es increible la forma q se olvida a personajes como este hombre querendon de su tierra, hasta dar su propia vida por ella sin ningun interes .ojala los jovenes de esta epoca no olvides a estas persona y si
ResponderEliminarolviden a los politicos q todos y todos los colores solo miran sus bolsillos, donde vieron q muera un politico pobre?
me interesa saber mas sobre sus historias
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